¿Cómo que nos prohíben tener coches de gasolina?

¿Cómo que nos prohíben tener coches de gasolina?

Fernando del Pino Calvo Sotelo pone en tela de juicio la apuesta de la Unión Europea por los coches eléctricos y hace una reflexión sobre lo que supone.
Fernando del Pino Calvo-Sotelo

Disfrute de su coche, porque a partir del 2035 lo más probable es que no pueda permitirse uno. En efecto, en nombre del dogma climático, la UE ha prohibido la venta de coches de gasolina o diésel en el 2035 con la salvedad de la carísima gasolina “sintética”, como exigía Alemania.

Y yo me pregunto, ¿quién es la UE para decidir qué tipo de coche podemos tener? ¿Con qué autoridad decide esto y en qué legitimidad se basa? ¿Acaso hemos votado algo tan trascendental?

Esta prohibición es una cruzada de límites que pone de manifiesto la deriva autoritaria de la UE (la nueva URSS), institución que apoyamos con convicción partiendo de una idea originalmente buena pero que se ha convertido en un monstruo fuera de control que nos está escamoteando la libertad.

Italia y Alemania, al menos, han presentado una tímida resistencia, pero España (segundo fabricante de coches de Europa) ha callado a pesar de que el sector de la automoción supone el 10 % del PIB y el 18 % de nuestras exportaciones y emplea a dos millones de trabajadores.

Al fanatismo verde de nuestro inepto gobierno se le ha sumado la indolencia de la no-oposición, el medroso silencio de empresarios y sindicatos y la inanidad habitual de los medios de comunicación. La única voz que ha clamado en este desierto que es la sociedad civil española ha sido Repsol, por razones obvias.

El argumento esgrimido para prohibirnos qué tipos de coche podemos comprar ha sido, cómo no, la sempiterna reducción de esa demonizada fuente de vida llamada CO2.

Omitiré por el momento los vehículos de combustión basados en la quimérica gasolina “sintética” para centrarme en el coche eléctrico, verdadero tótem de la religión climática.

EL COCHE ELÉCTRICO NO REDUCIRÍA EL CO2

Contrariamente al mantra, diversos estudios han concluido que una flota automovilística mundial 100 % eléctrica reduciría bastante menos del 5 % el nivel de CO2 atmosférico. Uno de los motivos es que el transporte por carretera de vehículos privados sólo supone el 10 % del total de emisiones mundiales de dióxido de carbono, pero hay más. La fabricación de coches eléctricos produce mucho más CO2 que  la  de  coches  de  combustión,  hasta  el  extremo  de  que,  antes  de  salir    del

concesionario, un coche eléctrico ya ha producido entre un 20 y un 50 % más CO2 que un coche diésel o gasolina.

Adicionalmente, la electricidad que consume un coche eléctrico procede en gran medida de energías primarias que emiten CO2 (como las centrales térmicas de combustibles fósiles) o que han emitido CO2 en su fabricación (como las eólicas o fotovoltaicas), por lo que la reducción real de emisiones durante todo el ciclo productivo es mucho menor de lo que la propaganda hace creer.

En efecto, el carácter “verde” del vehículo eléctrico depende de que la generación eléctrica provenga de fuentes no emisoras de CO2, algo imposible, pues la intermitencia de las ineficientes “renovables” exige necesariamente sobredimensionar el sistema con redundancias para contar con el respaldo de fuentes de energía tradicionales.

Así, un coche eléctrico tendría que circular hoy cerca de 200.000 km para empezar a suponer una reducción de emisiones de CO2 respecto a vehículos diésel o gasolina con igual kilometraje1.

Por tanto, el coche eléctrico, esa “idea equivocada de la era moderna energética”, como lo describió Vaclav Smil 2, no reducirá el CO2 de forma apreciable, pero es que además posee un número de desventajas estructurales frente al vehículo de combustión interna que ya se pusieron de manifiesto en los albores de la era automovilística a principios del siglo XX.

Muchas de esas desventajas no dependen de la tecnología sino de las inexorables leyes de la Física, que no obedecen a la voluntad política y hacen de la imposición del coche eléctrico un completo engaño.

LAS LIMITACIONES TÉCNICAS DEL COCHE ELÉCTRICO

En primer lugar, necesita enormes cantidades de cobre (cuatro veces más que un coche de gasolina), lo que crearía una presión sobre la capacidad de producción mundial3 de un mineral que cada vez cuesta más dinero, agua y energía extraer 4.

Por otro lado, resulta muy dudoso que haya en el planeta suficientes reservas de litio y cobalto como para poder equipar una flota automovilística mundial de vehículos eléctricos.

El litio presenta graves problemas medioambientales en su producción y desecho, lo que es relevante en baterías cuya vida útil no supera los 6 años, y el cobalto conlleva serios interrogantes éticos, pues su extracción está ligada a la explotación infantil y al abuso de derechos humanos en el Congo 5, donde se concentra el 70 % de producción y el 50 % de las reservas mundiales en minas fundamentalmente de propiedad china 6.

Al parecer, a la UE sólo le preocupa la dependencia energética si es de Rusia, pero no si se trata de GNL de EEUU o de cobalto chino.

Así, mientras China compra petróleo y carbón a Rusia e Indonesia nosotros le compraremos baterías a los chinos.

OLVÍDENSE DE VIAJAR POR CARRETERA

Por tanto, no sólo no podrá haber coches para todos, sino que su precio será prohibitivo para una parte de la población, y aquellos que puedan permitírselo tendrán que olvidarse de ir de vacaciones en él.

Efectivamente, su autonomía media ronda los 300 km o menos, dado que la ansiedad de autonomía causada por la imposibilidad de encontrar puntos de carga y de poder recargar en tiempos razonables obligará a ser prudentes sin esperar a estar “en reserva”.

Que 50 kg de gasolina permitan recorrer 700 kilómetros (gracias a su densidad energética) mientras que 300-500 kg de batería sólo permitan recorrer la mitad de esa distancia explica que, en libre competencia, los coches eléctricos nunca fueron elegidos por el público.

Por si fuera poco, la recarga de las baterías presenta problemas hoy en día irresolubles. La recarga doméstica dura muchas horas, por lo que, dado que quizá sólo haya un punto de carga por cada 10 plazas de garaje, usted podrá cargar su coche una vez cada diez noches por orden vecinal estricto, más o menos como en los sistemas de racionamiento de los regímenes comunistas.

¿Y cómo lo recargará quien no tenga plaza de garaje? No se sabe, pero millones de coches en nuestro país duermen en la calle.

Si estando de viaje encuentra usted alguna electrolinera le va a ser imposible recargar en un tiempo razonable. Frente a los 3 minutos de repostaje de un coche de gasolina, en un punto de recarga rápida tardará 40 minutos, y unos 15 minutos en los “ultras rápidos” (una hora de espera si hay cuatro coches por delante). Sin embargo, los ultras rápidos se utilizan sólo para promocionar el coche eléctrico y serán una rara excepción.

¿Por qué? Entre otros motivos, porque exigiría un redimensionamiento del sistema eléctrico: imaginen 2-4 puntos de carga en cada una de las casi 12.000 gasolineras que hay en nuestro país a un mínimo de 150 KW de potencia instalada por cada punto.

Además, la recarga ultra rápida podría deteriorar las baterías 7, que en condiciones óptimas tienen una vida útil teórica de sólo 150.000 km dependiendo de la temperatura exterior, del uso de aire acondicionado o velocidad constante y del régimen de recarga: como ocurre con los móviles, si recarga la batería de forma subóptima, la batería durará menos, de este modo que tendrá que elegir entre maximizar la autonomía o la vida útil de su batería, una decisión endiablada.

Finalmente, una migración eléctrica del parque automovilístico aumentaría la demanda de electricidad y exigiría un aumento de la capacidad de generación del sistema que requeriría significativos volúmenes de inversión, hecho agravado por el creciente peso de energías intermitentes e ineficientes como la fotovoltaica, que no genera electricidad de noche, y la eólica, que genera poca electricidad de noche, cuando cae el viento. Recuerden que es precisamente por la noche cuando la mayoría de los coches eléctricos de uso privado estarían recargándose.

OBJETIVO: ACABAR CON LA LIBERTAD Y LA PROPIEDAD PRIVADA

En definitiva, esta dictatorial prohibición de la UE, ajena por completo a la voluntad popular, impedirá que una parte de la población pueda tener acceso a un coche y que los que puedan hacerlo queden empobrecidos y sin poder viajar. Como a principios del s. XX, el coche privado dejará de estar al alcance de la mayoría para convertirse en un bien de lujo.

Entonces, se preguntarán ustedes, si esta prohibición es un intolerable atentado contra la libertad y un ataque contra la lógica, ¿por qué se toma? Quizá sea sólo una ocurrencia de una burocracia tan arrogante como ignorante que cree que la prohibición incentivará el descubrimiento de mágicas tecnologías, aunque a lo largo de la Historia no haya un solo precedente de ello. O quizá lo hagan simplemente al albur de la ideología, de la corrección política o de  la indebida influencia de esos lobbies que corretean por las esquinas más oscuras de Bruselas cuando cae el sol.

Pero existe la posibilidad de que hayan impulsado esta propuesta siendo perfectamente conscientes de sus consecuencias con el objetivo final de prohibir de facto el coche privado, símbolo por antonomasia de la libertad de movimiento y de la propiedad privada. Sería el primer ejemplo del “no tendrás nada y serás feliz” de Davos, el titiritero de la UE, y se ligará a la siniestra iniciativa de las ciudades de 15 minutos, que es lo que se tarda en recorrer un campo de concentración. Si creen que esto es exagerado, vean a qué aspiran los chamanes climáticos de nuestro gobierno:

El cambio climático no sólo es la mayor estafa de todos los tiempos, sino el pretexto del nuevo totalitarismo. La amenaza que antes se presentaba dudosa, como una lejana bruma desdibujada en el horizonte, empieza ahora a concretarse en tiranías bien reales.

No es un simulacro. Despierten.

Exploring Lithium-ion Electric Vehicles’ Carbon Footprint (gorozen.com).

2 Vaclav Smil, Energy: Myths and Realities. Bringing Science to the Energy Policy Debate.

Copper is key to electric vehicles, wind and solar power. We’re short supply (cnbc.com).

Resources | Free Full-Text | Decreasing Ore Grades in Global Metallic Mining: A Theoretical Issue or a Global Reality? (mdpi.com).

Why Cobalt Mining in the DRC Needs Urgent Attention (cfr.org).

What China’s increasing control over cobalt resources in the DRC means for the West – report – MINING.COM.

Adaptive fast charging methodology for commercial Li-ion batteries based on the internal resistance spectrum – Sebastian – 2020 – Energy Storage – Wiley Online Library.

Fuente: https://confilegal.com/20230330-como-que-nos-prohiben-tener-coches-de-gasolina/

El peligro de los coches eléctricos (y ahora nos obligan a comprarlos)

Los vehículos eléctricos siguen incendiándose o explotando aleatoriamente. Los medios de comunicación guardan silencio mientras se promocionan constantemente como seguros y «verdes» (no lo son).
Pronto todos los vehículos van a ser eléctricos, como los políticos títeres de las élites han estado vendiéndose…

VÍDEO: Un autobús eléctrico en París explota y se incendia de esta forma tan espectacular

https://www.topgear.es/noticias/coche-electrico/video-autobus-electrico-paris-explota-incendia-forma-tan-espectacular-1055931

Un poco de historía: El misterioso coche eléctrico sin batería de Nikola Tesla

En  el verano de 1931 Nikola Tesla circulaba en un coche eléctrico conducido por su sobrino en las calles de Buffalo, Estados Unidos, un vehículo totalmente vanguardista que además de unas buenas prestaciones, contaba con una cualidad totalmente inimaginable incluso en nuestros días, la ausencia de una batería.

Este llamó la atención del público que no se explicaba como era posible que un coche funcionase sin gasolina, pero además que lo hiciese sin una batería. La explicación la encontramos en que el lujoso Pierce-Arrow había sido convertido en un coche totalmente eléctrico, pero en lugar de baterías, Tesla había instalado una de sus muchas creaciones, un sistema eléctrico alimentado de forma inalámbrica.

El sistema de propulsión de gasolina había sido sustituido por un motor de inducción de 57 kW alimentado por un sistema que incuso 82 años después resulta difícil comprender, pero al parecer funcionaba gracias a una misteriosa caja de apenas 60 centímetros de largo llena de unas docenas de tubos de vacío, unidos a una antena de 1.8 metros.

Esta antena era capaz de captar la electricidad que de forma inalámbrica enviaba una torre situada a cierta distancia, una instalación que alimentaba el sistema eléctrico y que incluso permitía al coche alcanzar una considerable velocidad máxima de 144 km/h, un sistema con el que Tesla pudo circular durante una semana más de 1.600 kilómetros durante las pruebas.

Pero tal vez la parte más importante y misteriosa es que esta torre no estaba conectada a la red eléctrica, y según comentaba Tesla esta era capaz de captar la energía procedentes de las ondas electromagnéticas, una fuente de energía libregratuita e ilimitada.

A partir de aquí ya entra en juego la leyenda, y se comenta que ese mismo año Tesla realizó una demostración en vivo al inversor y multimillonario JP Morgan, que en sus memorias confirma tanto la visita como que el coche se movía con electricidad, pero curiosamente después de este encuentro el coche y su tecnología desaparecieron para siempre, al mismo tiempo que Nikola Tesla comenzó a residir de forma gratuita en un lujoso hotel de Nueva York.

Se comenta también que el coche terminó escondido en una granja a las afueras de Buffalo, un objeto de un incalculable valor que sin duda es un auténtico tesoro, y el objetivo de muchos buscadores de objetos que llevan décadas rastreando la zona a la búsqueda de pista de este vehículo que ya forma parte de la leyenda.

Artículos relacionados:
Un poco de historia: Solectria Sunrise

Fuente: https://forococheselectricos.com/2013/02/un-poco-de-historia-el-misterioso-coche.html

La gasolina contamina más que el diésel: ¿por qué nos mienten?

Crecen las ventas de vehículos de gasolina, la peor opción para el usuario que paga más por el carburante y la mejor para el Gobierno, que recauda más impuestos

Foto: Hacen falta nuevas infraestructuras para reducir la contaminación en las ciudades.
A la espera de que haya más infraestructuras para el uso del vehículo eléctrico, híbrido enchufable, de gas natural o de GLP, y en un futuro más lejano el de hidrógeno, la mejor opción en estos momentos es el coche de gasóleo. Contrariamente a lo que se quiere vender desde las instituciones, el coche con motor diésel moderno es una buena opción, menos contaminante que la alternativa de gasolina. ¿Por qué nos ‘venden’ lo contrario? Los únicos que ganan con esta polémica son los gobiernos, que recaudan más de impuestos (con la gasolina), y los que pierden son los ciudadanos que pagan más por la movilidad. Y todos perdemos porque aumentan las emisiones de CO2.

En los últimos meses se ha intensificado una corriente para matar al vehículo de gasóleo antes de que haya alternativas viables. La primera que hizo campaña en contra del diésel fue la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, con unas polémicas declaraciones en las que planteaba prohibir la entrada de los vehículos de gasóleo en la ciudad. Y esa mecha pronto cundió en los dos ayuntamientos más importantes de España, Barcelona y Madrid, gobernados por Ada Colau y Manuela Carmena.

Hay que aclarar que el automóvil produce dos tipos de sustancias muy diferentes, las propiamente contaminantes por una parte y las emisiones de CO2 que no son dañinas para la salud directamente pero que contribuyen al calentamiento global, provocando el efecto invernadero. Las primeras son las realmente peligrosas, las emisiones de óxidos nitrosos, de partículas no quemadas, monóxido de carbono, de hidrocarburos y algunas otras en menor medida. Estas las emiten los diésel , pero los antiguos… no los de ahora.

Twin Engine T8 Volvo S90 Inscription White.
Twin Engine T8 Volvo S90 Inscription White.

Ahora, que la Unión Europea busca supuestamente descarbonizar la sociedadcomo su objetivo prioritario para los próximos años, se da el caso curioso que las emisiones de CO2 de los coches nuevos están aumentando en Europa. La razón es que como los regidores de varias ciudades han dicho que van a prohibir los coches diésel, los compradores optan por adquirir un vehículo de gasolina, la peor opción al diésel, que emite más CO2. Lo que hay que eliminar de la circulación son los coches diésel muy viejos y muy contaminantes, pero no los nuevos.

Filtro de partículas y Adblue

Los coches modernos diésel incorporan un completo filtro de partículas para eliminar prácticamente el 100% de las partículas no quemadas en su combustión. Y esas partículas son las culpables de esa boina que cubre las grandes ciudades. También incorporan un sistema para eliminar los óxidos nitrosos en base a una disolución de urea que reduce hasta prácticamente cero las emisiones de estos peligrosos compuestos de nitrógeno. Por ello, un diésel moderno, que cumple Euro6, es menos contaminante que un gasolina moderno, algo que choca con el mensaje que nos envían.

Si hablamos de emisiones de CO2, la situación es muy diferente. Un coche de gasolina emite al menos un 20 o un 25% más de CO2 que su equivalente diésel, y eso no hay manera de cambiarlo con las tecnologías actuales. De la misma manera que un coche de gasolina consume siempre más que uno de gasóleo similar.

Hay numerosos estudios científicos que demuestran esta situación, y creo que no merece la pena entrar a comentarlos. Lo que sí parece un poco curioso es que la Unión Europea, que se ha posicionado como uno de los grandes en la producción de automóviles a nivel mundial, no disponga de un departamento específico que pueda verificar realmente la contaminación o las emisiones de un vehículo. De hecho, la primera noticia oficial de que los coches diésel europeos eran muy contaminantes llegó desde el EPA norteamericano, cuando saltó la polémica del diéselgate. Hasta entonces, parecía que Europa no se enteraba de nada, o al menos no quería enterarse.

Lo que parece innegable, por la cantidad de estudios que lo corroboran, es que en estos momentos, con la tecnología actual, es mejor un vehículo diésel moderno que uno de gasolina equivalente. Los gobiernos de los diferentes países europeos tienen en los carburantes del automóvil una pieza clave de su financiación. Y de ahí se explica el porqué se deja que se vendan cada día más coches de gasolina, que es la peor alternativa al diésel en estos momentos. Y hasta nos alegramos de ello.

De 6,37€ a 0,50€ cada 100 km

El Volkswagen Golf es el coche más vendido en Europa y un modelo que ofrece una amplia gama de motorizaciones. Hacer 100 kilómetros con un Golf TSi de gasolina cuesta 6,37 euros, hacerlo con un diésel sale por 5,08 euros. Si optamos por el de gas natural, con el Golf TGi nos costará 3 euros. En cuanto al híbrido enchufable, su coste es de 2,26 euros y si lo hacemos con el e-Golf, eléctrico, y tenemos un punto de enchufe de Iberdrola, el coste será de 50 céntimos de euro.

Todas estas alternativas menos contaminantes y mucho más baratas son la demostración de por qué no se ponen más puntos de recarga eléctricos o de gas natural o de GLP, que también es una buena opción: dejan mucho menos dinero en impuestos. La polémica con los coches diésel viene porque algunos ayuntamientos ya han anunciado que van a prohibir los vehículos de gasóleo más viejos, que esos si son los coches más peligrosos por su nivel de contaminación. Pero cuando se hacen públicos esos planes, nunca se dice que solo son los diésel más viejos los afectados por esta limitación. Los que no cumplen Euro 5, es decir los coches anteriores a septiembre de 2009.

El resultado es que las ventas de coches de gasóleo, la mejor opción por el momento para los ciudadanos y la peor para los gobiernos por la menor recaudación, bajan mucho y en su lugar suben con fuerza las de gasolina. Con ello, los usuarios pagan mucho más por su movilidad, pero los gobiernos lenan más sus arcas.

Multas a los fabricantes

Toda esta situación tiene una vuelta de tuerca aún peor para los fabricantes de automóviles. La Unión Europea exige a los fabricantes reducir drásticamente las emisiones de CO2, porque sigue siendo lo único que parece importante para Europa, al menos en teoría. En 2020 los fabricantes deben tener una media de emisiones de 95 g/km. Pero estos valores se miden no con su gama completa, sino con lo que venden de cada coche. Si un fabricante tiene 3 coches eléctricos pero solo vende 10 unidades de cada uno y vende 50.000 coches de gasolina, sus valores de CO2 estarán muy por encima de ese valor y pagará las multas correspondientes.

Cada día se venden más coches de gasolina y los fabricantes se alejan cada día más de los valores de emisiones que exige la Unión Europea, pese a lanzar alternativas menos contaminantes en su gama. Pero no se venden. Los clientes no compran coches eléctricos porque no hay suficientes enchufes en Europa, no compran coches de gas porque no hay gasineras. Solo compran coches de gasolina que emiten bastante más. Además, con la moda del coche todocamino, más alto y pesado, las emisiones también suben un poco más.

La situación del mundo del motor, de la industria europea del automóvil, es realmente kafkiana. Los ciudadanos quieren coches menos contaminantes, pero la única opción que se les ofrece es el coche más contaminante que hay, el de gasolina. Y no olvidemos que España es el segundo fabricante europeo y que el 10% del PIB español viene del sector del automóvil. El futuro pinta bastante negro y no es por la contaminación de los coches diésel, sino porque hay que recaudar cada día más impuestos y hay que imponer cada día más multas a los fabricantes. Lo demás, que los coches contaminen más o menos, realmente importa poco.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/motor/2018-08-08/gasolina-contamina-mas-diesel_1601676/

 

Inventores asesinados o silenciados por el sistema

Numerosos inventores de todo el mundo han desarrollado sistemas, tanto de salud como industriales, que podrían dejar el mundo mucho mejor de como está. Pero curiosamente la mayoría de ellos han sido o bien muertos en extrañas circunstancias o bien encerrados en cárceles y psiquiátricos para hacer desaparecer sus inventos… Aquí un listado de todos ellos…

https://www.facebook.com/groups/energiaslibres/

Parado el proyecto de Google que transformaría agua del mar en combustible

En la dirección blog.x.company se encuentra el blog de los proyectos “paralelos” de Google, proyectos de Google X, organización de Alphabet Inc. dedicada a hacer grandes avances tecnológicos, ideas que parecen salidas de libros de ciencia ficción.

El trabajo en el laboratorio es supervisado por Sergey Brin, uno de los cofundadores de Google, y en dicho blog es posible conocer los detalles de algunas de las misiones en las que están concentrados, siendo una de ellas la de transformar agua del mar en combustible barato.

Ajustando el sistema que extrae CO2 del agua del mar

Ajustando el sistema que extrae CO2 del agua del mar

Kathy Cooper, una de las líderes del proyecto, llamado Foxhorn, comenta en el artículo que, aunque consiguieron avanzar bastante en el aspecto técnico de la solución, las metas impuestas eran demasiado agresivas: conseguir obtener combustible barato, en menos de cinco años, para que pueda competir con los tradicionales ya usados en el mercado. Realizaron una infinidad de pruebas, consiguieron extraer CO2 del agua marina con éxito, consiguieron generar hidrógeno renovable… pero los costes no consiguieron mantenerse dentro de las metas establecidas: el resultado estaba siendo más caro que la gasolina actual.

En el texto vemos las tres lecciones aprendidas durante el proyecto: comenzar siempre por lo más difícil, para no creer que se está avanzando dentro del calendario cuando solo se están realizando trabajos sencillos; hacer una matemática realista y exacta, para no tener sorpresas de ningún tipo al final; encontrar el equilibrio entre idealismo y pragmatismo. Allí indican que las metas técnicas será publicadas con detalle por si alguien quiere continuar en el punto donde Google X tiró la toalla, y son optimistas con la solución a largo plazo (quizá en 10 años), pero no en 5 años, como pretendían originalmente.

Fuente: http://wwwhatsnew.com/2016/12/12/parado-el-proyecto-de-google-que-transformaria-agua-del-mar-en-combustible/